Sabemos lo que somos, no lo que podemos ser.

W. Shakespeare

Nos encontramos en unos tiempos en los que el dinero, la tecnología y los medios de comunicación rigen buena parte de nuestras vidas, y durante esta pandemia hemos podido observar como hay mucho más que todo ello. Considerar que es lo verdaderamente necesario para ser felices y porque no lo alcanzamos a ser puede ser el inicio para emprender el camino de la verdadera felicidad.

Desarrollar estrategias y recursos para transformar nuestras vidas y alcanzar los objetivos que nos propongamos es lo que necesitamos y para ello os presento, una vez más, opciones y reflexiones para alcanzar el bienestar deseado que como ya sabemos «se encuentra más bien dentro que fuera».

Sentirnos bien en nuestra piel no es fácil sin antes no aprendemos a interesarnos por lo que ocurre en nuestro interior para saber cómo somos en realidad y cómo podemos mejorar. Primero necesitaremos descubrir quiénes somos y aceptarnos tal y como somos, con nuestras limitaciones para aprender a desarrollarnos. Es necesario aprender a relacionarnos con nosotros mismos y con los que nos rodean, dejando a un lado los prejuicios y el qué dirán o pensarán de nosotros, para disfrutar de la vida en todas las dimensiones y ámbitos de ella.

Para ello debemos dejar atrás el miedo a cambiar, el miedo al fracaso y el miedo al éxito, miedo al qué pasará, miedo a la incertidumbre.

La vida nos ha sacado de nuestra zona de confort, y si todavía no lo ha hecho tendremos que salir de ella, púes cuando las cosas no salen como nos gustaría, tan solo hay que pensar que no habremos hecho lo adecuado y tendremos que buscar nuevas soluciones, buscando errores y no culpables. Los fallos son oportunidades para extraer los aspectos positivos de esa experiencia. Con esta actitud positiva y activa, modificando nuestros pensamiento y lenguaje derrotista y negativo, podremos perseverar hasta obtener el resultado deseado. Asumir responsabilidades, exponiéndonos a las críticas o a la envidia que nos puede hacer sentir ser «no queridos o no aceptados». Sólo sanando esa herida emocional y superando nuestros bloqueos, los fallos y el miedo al éxito (que surgen en muchas ocasiones de alcanzar una posición superior a  la del propio padre), podremos ir avanzando en el camino del crecimiento personal.

Cuando iniciamos el camino del desarrollo personal , cada toma de conciencia amplía la percepción que teníamos de nosotros mismos y de nuestro entorno y de este modo los miedos van desapareciendo, conduciéndonos hacia el respeto y la aceptación de uno mismo y por consecuencia también se amplia el respetar y aceptar al otro, mejorando las relaciones.

Si mejoramos nuestra autoestima, si aprendemos a manejar nuestras emociones, si nos responsabilizamos de los éxitos y fracasos en vez de culpabilizar a las circunstancias, si nos decidimos a reaprender y descubrir nuestras capacidades y talentos, tanto para desarrollar nuestra propia creatividad para disfrutar con lo que hacemos, mejorando nuestra calidad de vida, no solo nos beneficiaríamos nosotros mismos sino que contribuiríamos a construir un mundo mejor para todos.

Es por ello, que hoy te invito a parar, observar y sentir: Una práctica Mindfulness para descubrir cuales son tus capacidades y talentos que realmente quieres desarrollar, pregúntate ¿Qué puedes aportar a tu vida y a la vida?.

Tal vez no estés seguro o segura de poseer capacidades o no seas consciente de estar viviendo por debajo de tus posibilidades, tal vez pienses que no puedes pedirle más a la vida. Es probable que solo sea la salud lo que te incomoda o trae algún problemilla o molestia a tu vida, pero te preguntas en ocasiones ¿por qué te sientes vacío o vacía? y no sabes qué responderte, o a veces sientes una angustia que no sabes descifrar. O por el contrario no consigues un trabajo estable, o tus relaciones familiares no son como desearas, te consideras un fracasado y siempre tienes algún achaque que otro.

Párate, observa y siente, escucha a tu corazón no a tu mente y date cuenta de aquello que no funciona en tu vida, cuales son tus pensamientos, actuaciones y vivencias que no son tan adecuadas como considerabas y pregúntate cuales son tus talentos, competencias, disposiciones, aptitudes, ingenio o saber hacer. Descubre tu virtud o fortaleza, segura estoy que la tienes y ponte manos a la obra, te asombrarás del cambio que adquirirá tu vida cuando las desarrolles en pro tuyo y en pro de tu alrededor.